El reto: internacionalizar sin frenar el crecimiento
Nuestro equipo llevaba meses analizando cómo lanzar nuestra app de educación en Latinoamérica. El producto estaba validado, habíamos crecido rápido en España y veíamos una gran oportunidad en mercados como México y Colombia. Pero necesitábamos financiación para hacerlo bien: abrir mercado, contratar equipo y adaptar la plataforma. El problema era que no queríamos volver a abrir ronda tan pronto ni ceder más participación.s más relevantes de financiación pública para startups en España, sus requisitos y cómo solicitarlas.
El descubrimiento: una forma distinta de financiarse
La financiación pública siempre nos había sonado a papeleo, tiempos eternos y poca claridad. Pero al descubrir Kleo todo cambió. No era una consultora tradicional ni una plataforma más: todo estaba pensado para founders. En menos de una semana, sabíamos qué líneas podíamos solicitar, cuáles eran nuestras probabilidades reales y qué pasos debíamos seguir.
Sabíamos que ENISA era una opción, pero no por dónde empezar. Kleo nos lo puso fácil desde el minuto uno: estrategia clara, cero burocracia y resultados reales. Hoy estamos en Latinoamérica gracias a ello.
El proceso: acompañamiento de principio a fin
Elegimos ENISA porque encajaba perfectamente con nuestro momento y estrategia. Desde el principio, Kleo nos ayudó a preparar toda la documentación, resolver dudas y ajustar la narrativa de la memoria. Fue como tener un equipo financiero experto en financiación pública, pero sin tener que ficharlo.
El resultado: más de lo que esperábamos
En menos de dos meses teníamos aprobados 150.000 € sin avales, sin dilución y con condiciones muy favorables. Gracias a esa financiación hemos podido abrir operaciones en México, adaptar nuestra app a nuevos públicos y reforzar nuestro equipo técnico. Pero lo mejor es que lo hicimos sin frenar ni perder el foco en producto y crecimiento.
Lo que nos llevamos
Kleo nos ayudó a ver la financiación de otra forma. Ahora sabemos que no todo pasa por levantar capital privado. A veces, la mejor ronda no es una ronda. Y lo mejor es que no estuvimos solos en ningún momento.